El Primero (Segunda Parte)

Así, tras dejar los cuerpos de los goblins tras de ellos y esconder la carroza para que ésta no llame la atención, el intrépido grupo de aventureros recorre los límites de los bosques aledaños buscando algún indicio sobre la ubicación del asentamiento warforged. La tarde llega y ante la amenaza de que la noche los coja desprevenidos, deciden acampar. Tanya se encarga de mantener la guardia, pero desafortunadamente la oscuridad le jugó una mala pasada.

Un par de panteras se acercaron hasta el campamento sin ser notadas hasta que una de ellas ya había saltado sobre ella. Prontamente se le unió el resto del grupo, pero los felinos asaltaban ferozmente. Resulta de particular mención la pijama de Penn, cuyo bordado "Siempre serás mi caballerito" probablemente haya provocado ceguera temporal en las panteras, y un acertado movimiento de Kahl que dejó a una de ellas distraída mientras destruía a zarpazos la tienda de campaña en la que éste la encerró.

Al día siguiente, después de poder recuperarse del asalto nocturno, el grupo encuentra al fin señales del lugar en el que los warforged vivían. Arsenio y Tanya se adelantaron para luego informar de los detalles: unas cuantas tiendas y dos torres de vigilancia. El plan original sería que Penn se acerque presentándose para evitar enfrentamientos, pero al desconocer la contraseña fue mandado arrestar. Ante su huida, Arsenio y Tanya emboscan a sus persecutores, y un nuevo plan deja a Kahl y Wolfgang enlistándose en el Culto de los Vueltos a Forjar, al deducir que la contraseña es el verso grabado en la placa de metal que obtuvieran del niño en la cuadra de Hatheril.


Así, mientras mago y hechicero le hacen preguntas a Myczil Zunich, líder del grupo, que para su sorpresa era humano, nuevamente Arsenio y Tanya se escabuyen dentro del campamento, dejando a Penn en el bosque para que no sea reconocido. Zunich admite tener en su poder el corazón de Adamantine, el mismo que usa para potenciar una máquina éldrica capaz de convertir a un "saco de carne" en una "obra maestra de metal". Les advierte, no obstante, que para ser merecedores de tal privilegio, deben ayunar y mantenerse en vigilia durante 7 días completos. Al ser encadenados, otros de los voluntarios, aún atrapados, les dicen que el proceso en realidad está lejos de haberse perfeccionado, y que, de hecho, ellos son sujetos de prueba para el mismo.


En la tienda, ladrón y cazadora encuentran una trampilla que los lleva a una estructura construida bajo el campamento. Túneles y piertas los llevan a sendas habitaciones con piezas de lo que parece ser un warforged gigante. En el último de ellos encuentran algo semejante a un horno, el mismo que tiene conectado un instrumento mecánico muy semejante a un corazón, el que deducen que es el de Adamantine.


Cuando el par intenta salir son notados por los guardias a servicio de Zunich, y en ese momento Khal y Wolfgang se zafan de sus cadenas para apoyar a sus amigos, que dando vuelta se enfrentan a solas ante el demente Myczil. Penn logra escuchar el pedido de ayuda de sus compañeros y prontamente se une en una batalla sin cuartel en contra de los warforged. Con grandes dificultades logran sobrevivir por poco la pelea (de hecho, Penn quedó inconsciente ya casi al final de la misma, al igual que Arsenio), y tras rebuscar por algunas cosas valiosas, se hacen con algunos textos titulados "El Quinto Amanecer", los mismos que relatan el mismo evento: un tal gólem que empieza a verse transformado en carne y hueso durante su estancia en un extraño lugar, y sus esfuerzos por devolverse a su normalidad. Aparentemente, el texto inspiró el diseño de Zunich para aprovecharse de la fe de esos warforged y engañarlos para conseguir sujetos de prueba para su bizarro procedimiento.


Al retirarse ya del complejo, los héroes tienen un escalofrío al notar las palabras que Zunich ha garabateado en toda la pared: "Él mira desde arriba / Él mira desde abajo / Él mira desde adentro".


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